miércoles, 12 de octubre de 2011

"Decodificando" el recibo de sueldo

Pocas cosas tan azarosas como saber con precisión cuánto cobraremos cada fin de mes. Esto se debe, en gran medida, a la proliferación de ítems que han anegado nuestros recibos durante la última década. No obstante, intentaremos echar algunas certezas  sobre la relación que guardan determinados rubros con el sueldo básico:


“Adicional Presentismo”: es un 10% del “Sueldo Básico”. Ahora bien, la suma que represente este porcentaje se mantiene constante, siempre que no se hayan registrados inasistencias durante el mes en cuestión. En caso de registrarse faltas, aunque estén justificadas (efermedad, licencias por examen, etc.), se registran los siguientes descuentos: una falta equivale a un descuento del 25% del presentismo; dos faltas al 50%; tres al 75% y a partir de las cuatro faltas no se cobra presentismo.

 “Adicional Título Habilitante”: aquí nos enfrentamos, una vez más, con una herramienta de discrecionalidad por parte de la administración, atento a que no todos los trabajadores con título universitario cobran lo mismo por tal concepto. En efecto, aquellos compañeros que, según lo determine la Gerencia de Personal, estén desarrollando tareas compatibles con el título de grado, el adicional en cuestión será del 15% del sueldo básico; de lo contrario, sólo alcanzará al 7%. Si bien en determinadas áreas podría ser más objetiva la relación entre el título  y la función (Legales, contabilidad, etc); en otras, permeabiliza situaciones de cierta discrecionalidad.

Continuará……


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Memoria sindical hoy: Entrevista con el historiador Omar Acha (Primera parte)



“Los bancarios mostraron una solidaridad y una capacidad de lucha que sorprendió a otros sectores de la clase trabajadora”



Nadie nace de un repollo. Todos nosotros tenemos, como individuos y como grupo, una historia que nos hace ser quien somos. Un origen al cual remitirnos para buscar explicaciones del presente y lecciones para el futuro. De esta necesidad de bucear en nuestra historia (y nuestras historias) como laburantes, nació esta sección de la revista. Para esta entrega, nos acercamos a conversar con el historiador Omar Acha, que ha publicado diversos trabajos sobre el gremio bancario, su historia y sus luchas.



¿Cómo fue que te acercaste a investigar la historia del gremio bancario?

Me interesaba, sobre todo, estudiar las formas del activismo en un gremio particular (porque no es industrial) como el de los bancarios. Y de ese modo comencé a trabajar sobre las huelgas bancarias, sobre todo la de 1948 y 1950. Pero después me di cuenta que era preciso avanzar más allá de la caída del peronismo y estudiar lo que pasaba durante la llamada “revolución libertadora” (1955-1958) y luego durante el gobierno de Frondizi (1958-1962). Ahí fui entendiendo que desde el 45 se va dando un proceso de movilización y de autoorganización en el gremio bancario que recién se va a cerrar con la derrota de la huelga de 1959. Me fui interesando por lo que es la historia del gremio bancario, que es una historia que va más allá incluso de su sindicato, la Asociación Bancaria. Lo que se puede ver en mi libro [N.: Las huelgas bancarias de Perón a Frondizi, publicado por Ediciones del CCC, en el año 2008], es una historia mucho más rica que la historia de su sindicato, ya que lo que muestran esas huelgas es que la historia de la movilización de trabajadores de bancos es mucho mas densa y rica que las políticas que se planteaban desde la Asociación Bancaria. Por un lado, había unas prácticas institucionalizadas por la conducción del gremio. Por el otro, un proceso de autoorganización de delegados de base y de coordinación entre ellos, que en los momentos mas críticos pudieron incluso reemplazar a las direcciones establecidas.


Desde tu lugar de historiador, ¿qué importancia pensás que puede tener la historia para un laburante o un colectivo de trabajadores?

Creo que lo importante en este sentido es que sirva para recuperar tradiciones de lucha, y tratar de concebir una identidad de pertenencia a una determinada clase social, la clase trabajadora. Esa pertenencia a una historia mayor posibilita recuperar maneras de entender, de organizarse, de encontrar símbolos en común que permitan pensar nuevas proyecciones. Y que no se produzca eso que busca el capitalismo que es disgregar, o instalar esa idea de que los individuos tienen intereses únicos, propios, y que son antagónicos al de quien esta al lado; esa mirada que busca romper las formas de solidaridad. Conocer la historia del gremio (que, insisto, es mayor que la de sindicato) es una buena entrada para construir formas de identificación y de colectividad.


Vos hablabas del tema de la identidad. Y en tu libro hacés mención a una tensión de fondo en lo que significa ser un bancario; en tanto que miembro, a la vez, de la clase media y de la clase obrera. Por un lado, una cuestión mas política y cultural. Por el otro, una cuestión más técnica, el tema de una mecanización en el proceso de trabajo cada vez mayor… ¿Cómo es eso?

Entre la década de 1940 y la de 1960 se produce un pasaje lento, difícil y complejo entre una identificación que aleja al bancario del obrero (visto como “trabajador sin cultura”), y una nueva identidad donde pasa a formar parte integral del movimiento obrero. Esto obedece a transformaciones sociales que influyen también en los estatales, los docentes… no son los bancarios los únicos trabajadores más “intelectuales” o educados que pasan a formar parte de la clase trabajadora. En ese proceso de adhesión a un movimiento obrero, los conflictos fueron fundamentales. La organización sindical y los procesos de lucha fueron importantes, donde convergían las huelgas bancarias con las huelgas de los ferroviarios, de los petroleros… y surgían formas de solidaridad que excedían estas diferencias culturales o técnicas, donde había una movilización general de la clase trabajadora y, a pesar de los distintos orígenes y características, había una unidad en la lucha. Y esto pasa también en el aspecto más ideológico: en los momentos de conflictos, en el gremio bancario  había peronistas pero también socialistas, radicales, comunistas, y de otras tendencias incluso… pero se hacía prevalecer la solidaridad de clase. La condición de bancario unificaba a todos esos sectores y excedía las diferencias ideológicas para forjar una solidaridad y una capacidad de lucha que sorprendió a muchos otros sectores de la clase trabajadora, que veían a los bancarios como miembros de una clase media conformista, egoísta y no combativa. Y lo que yo intento mostrar es que esa solidaridad de clase introdujo a los bancarios en el seno de la clase trabajadora no sólo en torno a imágenes o ideas sino en la movilización y en la lucha reales.


(En el próximo número, la segunda parte)
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¿De qué hablamos cuando hablamos de "scoring"?

Proveniente de la lengua inglesa, el término “scoring” significa puntuación o calificación. ¿De qué? ¿De quiénes? En principio, de la persona que quiere adquirir un préstamo en un banco o entidad financiera. Esta persona es sometida a una evaluación, para certificar que "califica" para obtener dicho dinero. Sin embargo, con las medidas de incentivos laborales, se creó un sistema de puntuaciones para ser aplicado dentro de los lugares de trabajo. Se trata de una serie de puntajes que determinan salarios, puestos laborales y jerárquicos dentro de una empresa. Seguramente, se nos venga fácilmente a la cabeza el cuadrito que nos llamaba tanto la atención apenas arribó la multinacional McDonalds a nuestro país; ahí se retrataba simpáticamente al "Empleado del Mes", un joven sonriente con un lampazo en una mano y una freidora de papas en la otra… la flexibilización laboral desembarcaba para quedarse. De todas formas, el “sistema Hay” (llamado así por su creador, Edward Hay) comenzó a implementarse para algunas empresas en la Argentina hace más tiempo, en la década de los 80. Siguiendo estos ejemplos, en nuestro laburo se comenzó a utilizar esta práctica de evaluación por puntos en los últimos años, con el advenimiento de la administración macrista.

Algo ya sabíamos del asunto de las evaluaciones. Una vez al año, seguimos siendo evaluados/as por quienes fueron nuestros jefes directos durante ese período. Las más de las veces de manera bastante subjetiva, dependiendo del agrado que nos tenga el jefe o jefa. Hasta ahí, sin embargo, podría decirse que íbamos más o menos bien: se nos entregaba un papel que nosotros/as firmábamos y teníamos el beneficio del descargo si así lo creíamos necesario. 

Hace unos años, se nos agregó la famosa evaluación trimestral, que consiste en otra evaluación pero que incide directamente en nuestros sueldos siendo nosotros agentes pasivos que recibimos un promedio de un puntaje realizado por nuestros tesoreros, supervisores comerciales y/o gerentes. ¿En qué consiste esta "puntuación"? Otra vez, en puntos completamente subjetivos, como el trabajo en equipo, la atención al cliente, la responsabilidad, etc. La excusa era ponderar el incentivo entre los empleados, la competitividad, el asumir nuevas responsabilidades y reconocerse en los puntos débiles para, con el trabajo que cada uno realizara, "autosuperarse". El resultado fue, en realidad, que se nos incentivaba, por ejemplo, a convertirnos en buchones de nuestros compañeros. O a laburar en situaciones de enfermedad, teniendo que elegir entre nuestra salud o cumplir con los niveles de "responsabilidad" impuestos.

Por otro lado nos encontramos con otras novedades: el incentivo anual que es armado por el gerente todos los junios eligiendo a uno o dos empleados por dependencia o sucursal, que se llevan un porcentaje de su sueldo extra por mes. ¿Cuáles son los parámetros que se usan para esta elección? Creemos que los mismos, o unos muy parecidos, a los del premio trimestral. También están el premio a la excelencia y el esquema potencial, producto de un promedio entre todas estas puntuaciones y de la realización de cursos dentro del banco.

¿Qué nos deja entonces este sistema que pretende “mejorar la calidad de sus recursos humanos”, “recursos” que somos personas de carne y hueso? Lejos de incentivarnos a concentrarnos más en nuestro trabajo, nos aleja del trabajo en grupo, alienta el individualismo del buen puntaje para cobrar mejor; aparte de descentrarnos de lo importante: nuestra salud, la de nuestros seres queridos, el compañerismo y la camaradería al momento de llevar adelante el día a día. Valores esenciales de todo buen vivir, que nos alientan a sacrificar en nombre de la productividad que engorda los bolsillos de los mismos de siempre.

Probablemente a corto plazo esta modalidad sea beneficiosa para una administración egoísta, soberbia, que busca agotarnos con sus argumentos endebles y mentirosos, ya que puede identificar con facilidad quiénes nos oponemos a este sistema y quiénes son cómplices pasivos del avasallamiento de nuestros derechos. Pero poco a poco la máscara idiota se va cayendo y quedan los laburantes defendiendo un banco que supo, hace tiempo ya, ser espacio de contención de familias enteras, facilitando el laburo y haciendo más extensos y felices nuestros tiempos de distensión y recreación fuera del trabajo. 


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La Bancaria - Novela web (capítulo 3)



Ágata, una sencilla mujer empleada de un banco, se ve enredada en un misterioso caso de una cuenta en dólares que aparece repentinamente. Empantanada en los oscuros pasillos de la burocracia bancaria, intenta poner luz a un caso que hace peligrar su vida






Capitulo III "El Sótano"



Bajó las húmedas escaleras que conducían al sótano. El zumbido de la luz de tubo blanca fosforescente que iluminaba el pasillo le recordaba a la última vez que estuvo en un quirófano, eso le resulto un poco impresionante. Su cuerpo desnudo, metido en una bata de gasa transparente, la incertidumbre y la soledad de aquel sótano del sanatorio La Estrella, la mirada de aquellos hombres de barbijo blanco, que hablaban en un idioma para ella incomprensible debido a la anestesia. Esa sensación de desamparo que consigue la suma de tres factores: el sótano, la desnudez y la luz de tubo. “No hay mal que por bien no venga” pensó para sus adentros y dio un paso decidido hacia el último escalón. Tenía la teoría de que como a los autos nuevos, que los hacían más finos adelante que atrás, manteniendo una estructura aerodinámica, al igual que los barcos, donde la proa va rompiendo con su fina punta la masa acuática, sus tetas estaban dentro de la misma ley, estaban delante de su cuerpo abriéndole camino a todo lo que se le interpusiera. En verdad lo que le daba mas repugnancia era la idea de encontrarse con alguna rata que se le cruzara por entre medio de sus Ricky Sarkany, pero antes de dar un solo paso más, visualizó a lo lejos la numeración de los biblioratos para ir directamente a su objetivo y no pasar mas de cinco minutos en ese inmundo lugar. Le costó unos minutos encontrar con la mirada donde estaban ordenadas las cajas de ahorro dólar, pero luego a simple vista divisó que del numero 300 al numero 500 faltaban el bibliorato y la cuenta que ella buscaba era la 435. Si el bibliorato faltaba era porque alguien más estaba buscando una cuenta dentro de esa numeración, dedujo. Era raro que alguien se llevara un bibliorato entero del archivo. A lo sumo se llevaría el legajo si era eso lo que buscaba. Quizás Marcelo que trabaja con los saldos inmovilizados se lo había llevado esta mañana. Recordó que a la mañana Marcelo había estado trasladando unas cajas. Estaba pensando en subir las escaleras a buscarlo cuando de pronto se apagó la luz y se cerró la puerta del sótano. La puerta sólo se abría del lado de afuera, era de esas puertas con traba en el picaporte, pero lamentablemente la cerradura estaba puesta al revés, como tantas otras cosas que estaban al revés en ese banco. 

Un sudor frío le cayó en el cuello. Subió rápidamente las escaleras y quiso gritar, pero a causa del espanto y el shock no le salía la voz de la garganta. Golpeó la puerta con la carpeta amarilla q llevaba en la mano y  los papeles que estaban dentro se dispersaron por el piso, pateo la puerta con la punta de los zapatos y se quedo un momento en silencio para intentar escuchar si alguien venía por el camino. Escucho a lo lejos unos pasos, unas llaves. Se imaginó la pesada reja de hierro que se cerraba. Silencio. Deben ser las cinco y cuarto, pensó. Se desesperó y le salió la voz angustiosa como en un llanto: ¡Marcelooooo! ¡Marcelo por dios!

El archivo estaba a tres pisos de diferencia de la entrada principal del banco, al lado de las cajas de seguridad, lo que lo convertía en un espacio aislado y hermético. Volvió a gritar en vano, el gerente apretaba el código de la alarma central dispuesto al lado de la puerta de salida y saludaba al último empleado que desaparecía entre la multitud del microcentro. Ágata quiso seguir gritando para desahogar la angustia, pero se le ocurrió que era más inteligente pensar de qué manera podía salir de ahí. Golpeó con todo su cuerpo la puerta y esta apenas se agitó. 

Se sacó del pelo una hebilla y empezó a forzar la cerradura. Lo había visto en tantas películas que en verdad dudaba de la eficiencia de una hebilla, son ese tipo de cosas que en la realidad nunca funcionan, pensó, como cuando los villanos logran engañar a la policía en las películas de acción. Los ojos comenzaron a acostumbrarse a la oscuridad y pudo ver que en una de las bibliotecas había un lapicero, revolvió los útiles y encontró un cúter. Con el cúter entre la puerta y la pared a la altura de la cerradura haciendo palanca y con la hebilla forzando la rosca hacia todos los lados, la perta cedió y se abrió suavemente en la oscuridad del tercer subsuelo. Salió corriendo en dirección a las escaleras y la alarma ensordeció al barrio entero. Recordó que aquella noche tenía una cita en el after office de la calle Reconquista, iba a llegar tarde. Olvido la carpeta amarilla en el sótano. Fue directo a buscar su cartera y el celular, a esperar cerca de la puerta a que llegara la policía para abrirle por fin la puerta de salida.


En el próximo número... Capítulo IV: “La muerte”


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El policlínico bancario: una mirada desde los trabajadores/as (segunda parte)

Entrevistados: Nieves Varela y Julián Warscher, de “La Tendencia”, agrupación de trabajadores del Policlínico




PresoenmiCiudad (Pemc): ¿Con que recursos humanos-  materiales y financieros cuentan ?

La Tendencia (LT): Contamos con aproximadamente 1650 trabajadores profesionales y  no profesionales en todo el país; 1200 se encuentra en el PO.BA, 90 en casa central y el resto distribuidos en los,  Cons. Med. De Las Cañitas, Banco Nación y As. Banc. y sucursales del Gran Buenos Aires  y el Interior del país. El recurso financiero de la Obra Social es básicamente el que se genera del aporte de los trabajadores bancarios, jubilados – pensionados, monotributistas, ósea los afiliados activos y pasivos, este aporte en el caso de los trabajadores y los jub/pens, es el descuento del 3% de sus haberes mas el 8% de los haberes que aporta la patronal; además las obras sociales por pertenecer al sistema de salud publica ya que brindan asistencia sanitaria a la clase trabajadora reciben susidios del Estado y el reintegro de los costos por tratamientos comprendidos en los programas (oncológicos, discapacidad). Dado que el mayor ingreso es el que surge del afiliado la fuga de afiliados ya comentada nos posesiona en un estado de vulnerabilidad financiera pero por sobre todo institucional.


PemC: ¿Como se distribuye el presupuesto en la institución?

LT: La mayor parte de los ingresos son destinados a la PO.BA, siendo esta prácticamente, descontado algunos consultorios externos, el único centro asistencial propio con que cuenta la Institución. Aunque hoy en día vemos como deliberadamente quienes deben velar por los intereses de los trabajadores priorizan la contratación externa a la inversión de los recursos financieros a los centros de asistenciales propios.


Pemc: ¿Cree que son suficientes o escasos los recursos destinados? ¿Por qué?

LT: Los recursos destinados son escasos pero también están mal destinados porque cuando se decide derivar un estudio por falta de recursos en los centros propios se encarece deliberadamente la prestación. Para ejemplificar hoy en día la Obra Social abona a un centro medico una suma semanal que serviría para equipar al servicio que realiza esos mismos estudios por noventa días.  


PemC: ¿Usted cree que la actual atención que se le esta brindando al usuario cubre sus necesidades?

LT: Lamentablemente, en muchos casos no. Ya que las dificultades que enfrentamos a diario para brindar la excelencia de la que venimos hablando excede todas nuestras posibilidades. Los trabajadores de la OSBA hoy no vemos superados por la urgencia sin poder responder a los importante. Esto se debe a la falta de recursos ya mencionados pero también a los oídos sordos de los responsables de esta crisis.


PemC: ¿Cuáles son los mayores obstáculos con los que se enfrentan a diario?

LT: Centralmente la falta de insumos para atención medica y la escasez de personal que afecta directamente la calidad del servicio que reciben nuestros pacientes.


Pemc: Luego de la intervención ¿Existieron aspectos positivos? ¿Cuáles fueron expresados en resultados concretos?

LT: La Intervención del Dr Pedro Ferrara, que fue dispuesta por el Poder Ejecutivo Nacional, únicamente tenía como objetivo la normalización de la medicación que se les brindaba a los pacientes, luego de la causa de los medicamentos adulterados, por la que se encuentran detenidos J.J Zanola; P. Aballay; S. Fiona, todos altos funcionarios de la Obra S y el Po.Ba. Sacando este punto no soluciono ninguno de los problemas de fondo dejando la Institución en la misma crisis financiera y prestacional en que la sumergio la administración de la AS. Bancaria.


Pemc: ¿Que opinaría Ud. sobre la idea de un policlínico administrado por un sindicato bancario distinto, lejos de los vicios de la burocracia, del unicato y del sindicalismo empresarial?

LT: Sería una salida de fondo a la crisis de todo el sistema de Obras Sociales que implicaría la recuperación de la Institución por parte de sus verdaderos dueños, los trabajadores bancarios. Estamos convencidos que las obra sociales deben ser administradas por quienes representan a sus verdaderos dueños y que estas administraciones deben ser transparentes recuperando la salud como un bien de los trabajadores bancarios y no como un negocio de una conducción sindical corrupta y burócrata; pero también creemos que el Estado no puede estar ausente en esta tarea ya que como hemos dicho anteriormente las obras sociales brindan asistencia sanitaria a la clase trabajadora y sus familias que representan y gran porcentaje en la sociedad y en esto los Gobiernos no pueden ni deben mirar para otro lado, ya que con su silencio han sido cómplices del vaciamiento del patrimonio de los trabajadores bancarios.
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Primer Plenario de SITEBA Capital

El día viernes 2 de Septiembre del 2011 se llevo a cabo el primer plenario de SITEBA CAPITAL. Con la participación de su secretario general Jorge Borgonogni (Comisión Gremial Interna Bco Nación - Seccional Neuquén) y su secretario adjunto José "pepe" Peralta (Comisión Gremial Interna Bco Ciudad), el temario comenzó con un balance del trabajo realizado a cargo de las distintas secretarias del sindicato (secretaria de prensa, salud, organización y finanzas)

¿Que se resolvió para la etapa que viene?

Como el tema principal fue la salud, se decidió una pelea general a largo plazo por una Salud Pública, Universal y Gratuita para tod@s y como medida de urgencia, se debatió firmar convenios con las obras sociales de algunos sindicatos de CTA para brindar a los afiliados de SITEBA una mínima cobertura medica garantizada y empezar una campaña de recuperación del Instituto de Servicios Sociales Bancarios.
Utilizar los medios necesarios y disponibles (Comunicados semanales-mensuales, pagina web, redes sociales) para difundir y hacer conocer esta nueva herramienta de organización de los trabajadores del sector financiero tanto en la banca pública como privada y redoblar los esfuerzos de afiliación.
En el marco de la libertad y democracia sindical pelear contra el robo compulsivo del 1% del salario hacia la burocracia empresarial (La Bancaria) y que permita a los trabajadores optar por afiliarse al sindicato que deseen.
Participar de lleno, ganar espacios y disputar representatividad en todas las estructuras de organización de los trabajadores  (agrupaciones, cuerpo de delegados, comisiones gremiales internas).
Adherir a la movilización de la CTA el día 23 de septiembre hacia el ministerio de trabajo por la libertad y democracia sindical y repudiar la injerencia de los gobiernos dentro de la central y de la organización de los trabajadores.
              
       
Contacto: sitebacta@gmail.com 

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Editorial # 3

Con cada nuevo número de Preso en mi Ciudad, seguimos dando pasos importantes para consolidar la continuidad de esta publicación. Publicación que surge a partir del trabajo conjunto de la Comisión Gremial Interna pero también de muchos compañeros y compañeras que trabajan en las sucursales y dependencias, cuyo esfuerzo común nace con la conformación de la Secretaría de Derechos Humanos. En esta edición nos encontramos ante la efemérides, muy fresca y sentida, del pasado 18 de septiembre, cuando se cumplieron cinco años de la desaparición de Julio López. Desaparición que nos recuerda que la lucha por los derechos humanos y una vida plena de sentido no puede limitarse a los compañeros/as desaparecidos durante la última y sangrienta dictadura cívico-militar.
Nuestra reivindicación común se extiende a todos los derechos que hacen a nuestra dignidad como trabajadores y trabajadoras. Como ciudadanos y ciudadanas. Derecho a la salud, la vivienda, la educación, la igualdad ante la ley. Y también el derecho a trabajar en condiciones dignas, para que el trabajo nos sirva para vivir lo mejor posible. Muy distinto a la práctica que tanto vemos en nuestro Banco pero también en otros espacios laborales: la de vivir para trabajar.
Cabe ejemplificar con algo que puede parecer secundario, pero hace a nuestras condiciones de trabajo y de vida. Es nuestro derecho tomarnos nuestros 45 minutos de refrigerio, que siguen existiendo y que tenemos que hacerlos  valer. No compartimos la actitud de ver con desagrado al compañero que se tome su tiempo de refrigerio dentro del periodo de atención al público, no es aceptable prohibir este derecho y más grave es presenciar como lo están haciendo desaparecer subrepticiamente, naturalizando que “no se puede”. Ese criterio “de usos  y costumbres” que muchas veces nos perjudica, sabiendo que la Administración se apoya en ese tipo de prácticas, que buscan intensificar el trabajo de los laburantes en vez de contratar más mano de obra. Así, se cercena un derecho adquirido con la excusa de un criterio preestablecido.
Habría que ver a qué hora y cuanto tiempo pasan en nuestro comedor este Directorio y sus “funcionarios funcionales”.
Habría que ver qué hacían los que exigen que los empleados no salgan en horario de atención al público, cuando no eran jefes.
Habría que contarles la lucha de muchos compañeros por la cual se consiguió este derecho, que no vamos a resignar, porque seguiremos luchando.
Comprometete con los derechos de todos y todas. Tomate tus 45 de refrigerio.
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5 años sin Julio López

La primera vez que Julio desapareció fue el 21 octubre de 1976, y estuvo detenido en varios centros de detención clandestina, hasta el 25 de junio de 1979. Soportó la tortura, la picana, la degradación humana, vio sufrir y morir a compañeros y hasta experimentó el deseo de su propia muerte, como la mejor alternativa que existía en esos tiempos.

Luego de 30 años de la etapa más sangrienta y oscura que atravesó nuestro país y de la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final,  Miguel Etchecolatz fue el primer acusado de genocidio. Julio era querellante de la causa y testigo clave, ya que sus declaraciones involucraban a 62 militares y policías de la Bonaerense.

La segunda vez que Julio desapareció fue el 18 de Septiembre del 2006 y hasta el día de hoy no se supo nada  de su paradero. Fue un día antes que se condene al ex director de investigaciones de la Policía Provincial a la pena de reclusión perpetua, donde hoy se encuentra detenido en la cárcel común de Marcos Paz.

Julio entro en la historia de nuestro país no solo por ser un desaparecido en democracia, sino por sus valores humanos, su valentía, su coraje y compromiso, por su colaboración en los juicios aún sabiendo que quizás corría otra vez peligro su vida.

Todos te agradecemos, Julio, y exigimos tu aparición con vida y la condena a los responsables.
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